Noticias Candela - Informe 25 por Jorge Castro
HENRY LÓPEZ SISCO TRABAJÓ PARA HUGO CHÁVEZ

HENRY LÓPEZ SISCO TRABAJÓ PARA HUGO CHÁVEZ

Jorge Rodríguez (padre)

En 1980, el Juzgado XII Superior condena a 9 años, 6 meses y 15 días de prisión a los exfuncionarios de la DISIP Braulio Gudiño, Guillermo Zambrano, Itamar Ramírez y Juan Álvarez, acusados de torturar y asesinar al dirigente de la Liga Socialista Jorge Rodríguez (padre).

“Por el asesinato fueron condenados: Juan Álvarez, alias Charles, quien era comisario general y ocupaba el cargo de jefe de la Región Cuatro, con sede en Valencia; Guillermo José Zambrano Salazar, alias Mosquito o Guarapo, con rango de inspector jefe y destacado en inteligencia interior; Itamar Ramírez, alias Martell, inspector jefe miembro de la Brigada Territorial en San Juan de los Morros; y Braulio Enrique Gudiño Lacruz.”

“Su muerte fue ocasionada por las siguientes causas, según diagnóstico del médico forense:

Estallido del hígado

Fractura de la tercera hasta la décima costilla derecha, en total

Mordedura de la lengua

Hemoperitoneo

Hemorragia de la capa del epiplón (mesenterio)

Equimosis y hematomas del hemitórax derecho, desde la piel hasta la serosa peritoneal y los músculos intercostales y abdominales

Petequias subpericárdicas, subpleurales y mediastínicas

Fractura del mentón y excoriaciones en muñecas y rodillas”

La última vez que vi a “Martell” fue a principios del segundo gobierno de Rafael Caldera, en el Helicoide. Esperaba su turno para que lo recibiera una junta evaluadora. Le iban a reconocer su antigüedad, otorgarle la jerarquía que le correspondía y designarlo jefe de una Brigada Territorial. Lo felicité y le di un fuerte apretón de manos.

Por su parte, López Sisco sigue jodiendo, buscando siempre centimetraje para alimentar su adicción al protagonismo. A sus 80 años debería estar confinado en una institución geriátrica y con asistencia psiquiátrica.

Cuando yo fui atacado por los “Guaidó Lovers”, Raúl Gorrín y Ramiro Helmeyer —quien creó 50 páginas en internet para destruirme moral y reputacionalmente— me dijo:
—“Yo soy amigo de Ramiro.”
Le respondí:
—“¡Qué bolas, no joda! Después que te cansaste de hablarme mierda de él.”

Posteriormente se molestaron aún más cuando critiqué públicamente la presencia del “nazi” Árpád Bango como asesor de seguridad de María Corina Machado. Y Henry aspira regresar en pocos días, cuando “Edmundo asuma el poder”. Preso debería estar, por terrorista.

El autor intelectual nunca fue castigado.

Según se dice, el autor intelectual del asesinato de Jorge Rodríguez fue, para entonces, el ministro del Interior del gobierno de Carlos Andrés Pérez, Octavio Lepage.

¿Por qué Henry López Sisco nunca fue mencionado, investigado o imputado por este caso? ¿Fue mentira lo que me contó el propio “Martell”?

Aquí sucede algo similar a lo que pasó con los oficiales de la Guardia Nacional implicados en el Caso RECADI: se burlaron de la justicia, no hubo pena ni certeza del castigo, se impuso la impunidad y el sistema los protegió. Los mismos oficiales, meses después, se ven envueltos en la llamada “Operación Norte” y las “entregas controladas”. Así nace el Cartel de los Soles.

Los supuestos causantes de la muerte de Jorge Rodríguez fueron condenados y pagaron su pena, aunque los que dieron las órdenes se han burlado de la justicia hasta el día de hoy.

Seguramente ese traumático evento marcó de tal manera a los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez que se convirtieron en los cínicos y perversos monstruos que vemos ahora. Esas son las consecuencias de las exenciones de condenas en contra de aquellos que violan las leyes dentro de una sociedad.

¿Qué nos espera para las próximas generaciones y la sed de venganza, después de que decenas de personas han muerto de forma tan o más siniestra que la de Jorge Rodríguez, a manos de una dictadura oprobiosa que ha violado de manera desmedida los derechos humanos, donde no existe un registro fidedigno del número de víctimas y en donde muchas muertes quedarán impunes?

Tardaremos décadas en curarnos.

Dejemos algo claro: todos estos hechos son actos de terrorismo cometidos por unos y otros, sin justificación alguna. Y lo que es peor: estos asesinos pretenden seguirnos gobernando infinitamente, nos exigen silencio cómplice y aún quieren darnos lecciones.

Una sociedad enferma y herida en lo más profundo de sus entrañas. Heridas que tardarán décadas en cicatrizar.

“Carlos Andrés Pérez había resultado electo para un segundo gobierno. Aún no había tomado posesión. Como solían hacerlo los políticos en esos días, para medir su grado de aceptación y popularidad, asistió a una corrida de toros en el Nuevo Circo de Caracas. No recuerdo si era la de la PTJ o la de la Prensa.

Pérez fue vitoreado por los presentes, como si se tratara del emperador Cómodo en el Coliseo romano, luego de imponerse en la arena, donde luchaba junto a los gladiadores.

Súbitamente hizo acto de presencia la ex Miss Universo Irene Sáez, quien se acercó al palco del presidente electo, a quien no le dio tiempo de levantarse. Irene le colocó su pelvis lo más cerca posible de la cara de Carlos Andrés y le preguntó:
—“¿Qué cargo le vas a dar a mi hermano Alfredo en tu gobierno?”
“Dile que me llame mañana”, respondió Pérez.

El general (r) Raúl Jiménez Gainza fue designado como director de la DISIP y Alfredo Sáez Conde, subdirector. A partir de ese momento se inició una de las etapas más oscuras de la policía política, donde participaron directamente en el tráfico internacional de drogas.

Este nuevo cartel contó con la participación del periodista Arturo Vilar (asociado a Antonio Ledezma y a los hermanos Gaspard Morell), y empezaron las actividades de narcoterroristas como Ramiro Helmeyer, Alexander del Nogal, Danilo Díazgranados, Ronald Moret, Thor Halvorssen Hellum y el exfuncionario de la DISIP Rafael Irazábal Aular…

Continuará…