
Redacción: LaTabla/Plataforma de Periodismo de Datos 3 DIC 2025
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a anunciar que “muy pronto” comenzarán operativos terrestres contra cárteles del narcotráfico en Venezuela, en lo que constituye una reiteración de amenazas ya expresadas en varias ocasiones durante el último mes.
La novedad esta vez fue el tono más agresivo: prometió “acabar con esos hijos de p*”, frase que marcó la diferencia respecto a sus anteriores advertencias.
Reiteración de anuncios
– 27 de noviembre (llamada con militares): Trump adelantó que las fuerzas estadounidenses iniciarían acciones en tierra contra narcotraficantes venezolanos.
– 28 de noviembre (declaraciones públicas): insistió en que los ataques terrestres estaban en preparación, vinculándolos al éxito de los operativos marítimos en el Caribe.
– 2 de diciembre (gabinete en la Casa Blanca): confirmó la ofensiva y endureció el lenguaje, asegurando que “sabemos dónde viven los malos” y que la operación pasará del mar a tierra firme.

La secuencia deja constancia de que el mandatario repite amenazas y promesas estratégicas, sin que hasta ahora se materialicen en acciones concretas.
Venezuela y otros países
No es la primera vez que Trump inicia sus declaraciones hablando de Venezuela y termina desviando el foco hacia otro país. El 15 de noviembre, al abordar el Air Force One rumbo a Miami, comenzó refiriéndose a Caracas pero terminó señalando problemas con México y Colombia, lo que ha sido interpretado como una forma de evadir el tema venezolano.
Reacciones inmediatas
El presidente colombiano Gustavo Petro respondió de inmediato a las nuevas advertencias, mientras que Nicolás Maduro no reaccionó públicamente y, según fuentes diplomáticas, ni siquiera se enteró de lo dicho por Trump en la Casa Blanca.
Un cierre irónico
La escena del anuncio tuvo un desenlace inesperado: mientras el secretario de Estado, Marco Rubio, intervenía, Trump se quedó dormido. En lo que va de su segundo gobierno, el mandatario se ha quedado dormido seis veces en actos públicos durante este primer año, un detalle que añade un matiz irónico a la narrativa de confrontación que intenta sostener.


