Un acto de violencia sacudió la madrugada del sábado 14 de junio de 2025 en tierras improductivas propiedad de la nación, adyacentes al Hato La Rubiera (Pedraza), donde hombres armados, encapuchados y vestidos de negro raptaron a campesinos del consejo Bolívar y Zamora 2021. Los agresores, vinculados al terrateniente Elpidio García, entregaron esa misma mañana a las víctimas a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para su procesamiento por invasión.
El jueves 12 de junio de 2025, campesinos del consejo Bolívar y Zamora 2021 ocuparon un lote de tierras ociosas propiedad de la nación, colindante con el Hato La Rubiera. Elpidio García, terrateniente de la zona, posee con autorización estatal un lote adyacente, pero no el terreno ocioso reclamado por los labriegos.
En la madrugada del sábado 14 de junio (entre 00:00 y 02:00), un grupo de 10 a 11 hombres armados y encapuchados irrumpió violentamente. Según testimonio directo:
>»Llegaron disparando; uno de nuestros compañeros intentó huir y recibió un disparo en los pies. Nos esposaron, incluidos Pedro y César. Su líder es apodado ‘el Tigre’. Nos subieron a ‘la zorra’ (vehículo del hato) y luego a dos camionetas de García».
Tras la retención, los campesinos fueron llevados al predio La Rubiera. En horas de la mañana del sábado 14, los agresores los entregaron a efectivos de la GNB, quienes los trasladaron a Barinas para ser procesados por invasión. Un tribunal penal podría ordenar su privación de libertad.
Denuncia de secuestro masivo:
El consejo campesino reportó el secuestro de 28 adultos y una niña de 3 años durante el operativo, calificándolo como un hecho «grave e inédito». Un campesino fugitivo confirmó que los autores eran «civiles armados al servicio de terratenientes», reforzando la vinculación con García.
La lucha por estas tierras se prolonga al menos desde 2022. El consejo gestionó ante instancias gubernamentales la entrega del lote ocioso durante cuatro años, reclamando su derecho al uso productivo bajo el legal vigente.
El consejo exige a las autoridades investigar el secuestro, garantizar la integridad y la libertad de todos los raptados y resolver la disputa de tierras, subrayando que su lucha es por el derecho a cultivar en tierras de la nación.