La discreta ceremonia nupcial que tuvo lugar en una isla cercana a Cartagena a mediados de febrero de 2025 ha catapultado nuevamente al centro de la controversia a Railin Elizabeth Yépez Jaimes, más conocida como «Ely Jeims». La modelo venezolana, cuyo nombre figura en un sonado expediente de corrupción, ha reaparecido públicamente en Colombia. Lejos de la imagen de lujo y pasarelas internacionales que proyecta en redes sociales, Yépez es, según la fiscalía venezolana, una figura clave en el multimillonario desfalco de la estatal petrolera PDVSA, un escándalo cuyas ramificaciones alcanzan la asombrosa cifra de 21.000 millones de dólares, según un reporte de hable.se.
El eco de su reaparición se amplifica por la identidad de su ahora esposo: el abogado Miguel Ángel del Río Malo, reconocido defensor del gobierno del presidente Gustavo Petro en Colombia. Este enlace civil, formalizado el 21 de febrero de 2025 en Sitionuevo, Magdalena, no solo marca un hito en la vida personal de Yépez, sino que también plantea un escenario de sensibilidad diplomática entre Bogotá y Caracas. Mientras las autoridades venezolanas, aseguran que Yépez es una fugitiva buscada por la justicia por su presunta participación en la trama de lavado de activos vinculada al caso PDVSA-Cripto, ella insiste en que es víctima de una supuesta persecución política y mediática por parte de la administración de Nicolás Maduro.
Miguel Ángel del Río, Elizabeth Yépez (Fotocomposición referencial)
La situación se torna más compleja, considerando que una versión que también circulaba en algunos medios venezolanos afirmaba que Yépez había «huido a Estados Unidos». Sin embargo, su matrimonio con Del Río confirma que su verdadera ubicación es Bogotá, Colombia. Cabe destacar, en este punto, que El Publique fue el único medio que había advertido, desde el mes de febrero de 2025, las sospechas sobre la presencia de Yépez en Colombia, mientras que en otros medios y redes sociales se mencionaba a Estados Unidos, Europa o Dubái en referencia a su posible ubicación antes de que su matrimonio la pusiera, en mayo de 2025, en el ojo público en Colombia.
El abogado Del Río ha asumido públicamente la defensa de su esposa, calificando la investigación en Venezuela como «injusta» y un «ataque brutal contra ella en su condición de mujer». No obstante, para la justicia venezolana, su nombre está indisolublemente ligado a un entramado criminal que utilizó empresas fachada para el lavado de dinero robado a PDVSA.
Hay quienes suponen que la presencia de una persona buscada por las autoridades de Venezuela, ahora casada con un abogado cercano al Gobierno colombiano, podría complicar las relaciones entre ambos países, especialmente si se considera la posibilidad de un proceso de extradición o la cooperación judicial solicitada por Caracas. La situación migratoria de Yépez en Colombia, aunque confusa según algunos registros, podría intentar regularizarse mediante una visa de residencia por matrimonio, un movimiento que, de concretarse, añadiría otra arista a esta enredada trama judicial y política.
De la pasarela al expediente: La ‘Muñeca de la Mafia’
(Fotocomposición referencial)
La narrativa que Railin Elizabeth Yépez ha construido en el universo digital la presenta como una figura polifacética: abogada, cantante, actriz, poeta y modelo con apariciones en pasarelas de renombre internacional en ciudades como Dubái, París, Milán, Londres y Nueva York. Sus redes sociales y videos, como uno titulado «La verdad de su vida», pintan la imagen de una «niña prodigio» con inclinaciones artísticas desde temprana edad, supuestamente compartiendo representante con artistas de la talla de Nicky Jam, Silvestre Dangond y Manuel Turizo. Esta ostentación de lujo, viajes por «lugares paradisíacos, culturales e históricos» y un estilo de vida «envidiable» en mansiones y aviones privados contrasta abruptamente con la sombría realidad que la justicia venezolana le atribuye.
Su nombre irrumpió en el ámbito público en marzo de 2023, cuando el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, la señaló directamente como parte del entramado criminal que saqueó miles de millones de dólares de PDVSA en el llamado caso PDVSA-Cripto. Según la contundente acusación de Saab, Yépez no era simplemente una modelo exitosa, sino una pieza dentro de una «red de prostitución» vinculada al lavado de activos del desfalco. El propio fiscal la describió, con singular crudeza, como la «prepago preferida» del exministro de Petróleos Tareck El Aissami, hoy detenido, y la incluyó en un listado que bautizó sin ambages como «las Muñecas de la Mafia». Esta red, según la Fiscalía, utilizaba empresas fachada para dar apariencia de legalidad a los fondos robados.
La supuesta vida de glamour de Railin Elizabeth Yépez, también conocida como Ely Jeims, con su mansión en la exclusiva urbanización Las Villas, en Lechería, estado Anzoátegui, al Oriente de Venezuela, y sus viajes en vuelos privados, supuestamente proporcionados por el exdiputado Hugbel Roa, con quien se le ha atribuido una relación sentimental, estaría, de acuerdo con las autoridades venezolanas, directamente ligada a los recursos provenientes del multimillonario desfalco a PDVSA. En su mansión en Las Villas, solía recibir visitas de figuras del medio artístico venezolano, como el cantante de música llanaera Luis Silva. Los reportes venezolanos la señalan explícitamente como buscada por la justicia con una «orden de captura» en su contra desde marzo de 2023.
Frente a estas graves imputaciones, Railin Elizabeth Yépez se defiende públicamente, calificando las acusaciones como una «campaña» y una «persecución política y mediática» orquestada en Venezuela. Asegura, además, que no existen órdenes de captura activas en su contra y que goza de «libertad de movilidad internacional». Sin embargo, estas aseveraciones contrastan fuertemente con los reportes de la justicia venezolana y diversos medios de comunicación que la identifican inequívocamente como prófuga y buscada en el marco de la investigación del desfalco de PDVSA.
Sombras del pasado: Del romance con el político a la red de corrupción
Antonio Ledezma, Elizabeth Yépez (Fotocomposición referencial)
El rastro de Railin Elizabeth Yépez no se limita a la opulencia digital o a su reciente y controvertido matrimonio. Su nombre también ha sido ligado a otras figuras del ámbito político y empresarial venezolano, tejiendo una red de conexiones que arrojan sombras sobre su pasado y la vinculan a tramas de corrupción de mayor envergadura. Una de las relaciones más comentadas y polémicas es su presunto vínculo sentimental con el exalcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma. Según testimonios, esta historia se remonta a 2011, cuando Ledezma era precandidato presidencial y conoció a Yépez. En aquel momento, Railin Elizabeth estaba a punto de cumplir 17 años, casi 40 años menor que el político. Conocida entonces en Puerto Ordaz como “La Indomable” por su participación en restaurantes de música llanera, la relación, descrita como un «flechazo», habría transcurrido entre septiembre y diciembre de 2011. Los encuentros íntimos se habrían producido, presuntamente, en la oficina privada de Ledezma en la Torre Exa de Caracas. Se ha sugerido que Yépez habría visto en esta relación una oportunidad para impulsar su carrera y sus ambiciones de poder y riqueza, mientras que el vínculo terminó cuando Ledezma no logró la candidatura presidencial y, supuestamente, incumplió la promesa de costearle una rinoplastia. Más allá del plano sentimental, se ha alegado que la modelo, además de ofrecerle su corazón al político, conseguía contratos estatales para él y su entorno, obteniendo beneficios económicos de estos acuerdos. La empresa de Yépez, La Gabana, C.A., fundada en 2015, abarcaba un amplio rango de actividades comerciales.
Estas alegaciones sobre la relación con Ledezma sirven de puente para conectar a Yépez con una trama más amplia de presuntos negocios turbios y vínculos del político opositor con empresarios señalados por la justicia. Entre las figuras clave en este entramado destacan los hermanos José y Chamel Gaspard Morell. Acusados de fraude y estafa en Venezuela, Panamá, Estados Unidos y España, los Gaspard son actualmente prófugos de la justicia venezolana, amén de las acusaciones en su contra, por fraude, ante la justicia estadounidense. Enfrentan una orden de extradición emitida por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela y una orden de captura internacional con alerta roja de Interpol. Los hermanos Gaspard fungieron como contratistas de Ledezma durante sus gestiones como gobernador del Distrito Federal, alcalde del municipio Libertador y alcalde metropolitano de Caracas. Fuentes anónimas de la época afirman que se emitían facturas con costos inflados, llegando a ser hasta cinco veces superiores al valor real, lo que permitió a los hermanos acumular una considerable fortuna. Se sospecha que los Gaspard podrían haber actuado como testaferros del político o haberle «obsequiado» propiedades, incluyendo apartamentos en Lechería, Venezuela, y en el lujoso edificio P.H. Oceanaire en Ciudad de Panamá.
Otro personaje ligado a Antonio Ledezma y a escándalos de corrupción es su yerno, Luis Fernando Vuteff García, esposo de su hija Antonietta Ledezma Capriles. Vuteff se declaró culpable en Estados Unidos por participar en un esquema de lavado de dinero proveniente de PDVSA, la misma estatal petrolera de la que Railin Elizabeth Yépez está acusada de ayudar a desfalcar. Se ha dicho que Ledezma habría estado gestionando, hasta el final del mandato del expresidente Joe Biden, un indulto para Vuteff. El entramado familiar se extiende aún más, ya que Isabel González Capriles, hija de la esposa de Ledezma, está casada con Andrés Izarra, quien fue ministro de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Esta densa red de relaciones, que vincula a Ledezma con empresarios prófugos, individuos condenados por lavado de dinero de PDVSA y exfuncionarios chavistas, contrasta notablemente con la imagen pública que Antonio Ledezma ha proyectado como opositor acérrimo de la administración de Nicolás Maduro y defensor de la transparencia y la lucha contra la corrupción. Aunque actualmente funge como vocero internacional del equipo de María Corina Machado y asesor de Edmundo González Urrutia en España, su pasado contractual con los hermanos Gaspard y las acusaciones en su contra y en contra de su círculo cercano generan dudas sobre su coherencia y transparencia.
Mientras tanto, Railin Elizabeth Yépez, se ha descrito como «representante Lamborghini» para Latinoamérica. Sin embargo, fuentes como la revista colombiana Semana han comunicado que la empresa automotriz desmintió cualquier vínculo con ella, y varios elementos de su narrativa artística están en duda.
El enigma de Panamá: Apartamentos de lujo y conexiones familiares
P.H. Oceanaire
La intrincada red de conexiones en torno a Antonio Ledezma y los hermanos Gaspard se extiende geográficamente, señalando hacia propiedades de lujo en el extranjero. Específicamente, en Ciudad de Panamá, un mínimo de seis apartamentos de alta gama en el lujoso edificio residencial P.H. Oceanaire, ubicado en la exclusiva zona de Punta Pacífica, están vinculados, de forma directa o indirecta, con el exalcalde venezolano Antonio Ledezma Díaz. Este edificio, cuya construcción finalizó en 2011, se caracteriza por sus apartamentos de alta gama.
Estas propiedades están registradas a nombre de compañías controladas por los hermanos venezolanos José y Chamel Gaspard Morell, o por familiares de Ledezma. Entre los nombres que figuran como propietarios de inmuebles en el P.H. Oceanaire, a través de estas sociedades anónimas, se encuentran José Antonio y Andrés Alejandro Gaspard, hijos de los hermanos Gaspard Morell, junto a otros integrantes de la familia Gaspard Morell.
José Antonio y Andrés Alejandro Gaspard (Fotocomposición referencial)
La conexión familiar de Ledezma con propiedades en el mismo edificio se materializa a través del apartamento 1503. Esta propiedad está a nombre de MASTIANO, S.A., una sociedad constituida en 2011. La presidencia de MASTIANO, S.A. en Panamá recae en Victoria Eugenia Capriles de Ledezma, más conocida como «Mitzy» Capriles de Ledezma, quien es la esposa de Antonio Ledezma. Como directora de esta misma empresa figura Kitty Oriette Schadendorf Capriles, hija de Mitzy Capriles de Ledezma de un matrimonio anterior.
Es importante notar la temporalidad de estas adquisiciones. Las propiedades vinculadas a los hijos de los hermanos Gaspard Morell fueron adquiridas en 2011, el mismo año en que finalizó la construcción del edificio. Por su parte, el apartamento a nombre de MASTIANO, S.A., controlada por la esposa e hijastra de Ledezma, fue adquirido posteriormente, en diciembre de 2015, meses después del arresto de Ledezma en Caracas, acusado de participar en una conspiración política.
Resulta significativo que tanto los hijos de los hermanos Gaspard como familiares de Ledezma posean apartamentos en el mismo edificio. Esta coincidencia cobra relevancia si se considera la estrecha relación entre las actividades comerciales de los Gaspard y la trayectoria política de Ledezma durante más de tres décadas. Los hermanos Gaspard actuaron como contratistas y proveedores, e incluso como «contratistas privilegiados», durante las gestiones de Ledezma como gobernador y alcalde. Se ha alegado que se emitían facturas con costos inflados y que esta práctica permitió a los hermanos Gaspard acumular una fortuna considerable. Las investigaciones apuntan a que los apartamentos en Panamá (y también en Lechería, Venezuela) pertenecerían en realidad a Antonio Ledezma. Se presume que los Gaspard podrían haber actuado como testaferros del político o que le habrían «obsequiado» las propiedades, sugiriendo que fueron adquiridos como fruto de la corrupción.
A pesar de las denuncias sobre la tenencia de estos apartamentos en Panamá, los cuales se sospecha fueron comprados con fondos provenientes del blanqueo y la corrupción, no se ha abierto una investigación en Panamá. Esta inacción, incluso bajo el actual gobierno de José Raúl Mulino, quien ha mostrado respaldo a la oposición venezolana, genera sospechas de complicidad por parte de figuras de la administración panameña. Fuentes políticas se preguntan cuánto dinero podría haber costado esto y cuánto pagan los hermanos Gaspard para evitar ser extraditados, cuestionando dónde queda la supuesta lucha contra la corrupción.
Los hermanos Gaspard: Fugitivos, fraudes y presunta impunidad en Panamá
José y Chamel Gaspard Morell (Fotocomposición referencial)
La sombra de la ilegalidad que se cierne sobre los hermanos José y Chamel Gaspard Morell es extensa, con múltiples acusaciones de fraude y estafa en contra de inversores en tribunales de Venezuela, Panamá, Estados Unidos y España. Su condición de prófugos de la justicia venezolana es un hecho destacado, y son también buscados por las autoridades estadounidenses por estafas y fraudes, delitos por los que han sido juzgados y sentenciados parcialmente en Estados Unidos. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ha emitido una orden de extradición en su contra por diversos ilícitos.
A pesar de su estatus de prófugos, los hermanos Gaspard disfrutan de un estilo de vida opulento en Panamá. En territorio panameño, son propietarios del Centro Comercial Las Anclas Mall en La Chorrera y poseen un majestuoso yate anclado en una marina local.
Las alegaciones apuntan a que han logrado evadir la extradición a Venezuela y la ejecución de una orden de captura internacional con alerta roja de Interpol solicitada por Venezuela. Se presume que esto ha sido posible a través del pago de sobornos mensuales a funcionarios judiciales y gubernamentales panameños. Estas coimas habrían sido dirigidas a miembros del círculo cercano del gobierno anterior de Laurentino Cortizo (2019-2024), incluyendo supuestamente al círculo cero del exvicepresidente José Gabriel Carrizo y de la excanciller Janaina Tewaney Mencomo (2022-2024), quien fue una de las funcionarias implicadas en obstaculizar la extradición de los hermanos Gaspard Morell a Venezuela. A pesar de utilizar el territorio y el sistema financiero panameño para parte de sus operaciones fraudulentas, no se les ha investigado en Panamá.
Un incidente particular resalta esta presunta red de protección. El 8 de enero de 2024, José Gaspard Morell fue retenido en el Aeropuerto Internacional de Tocumen en Panamá. Intentaba abordar un vuelo a México utilizando un pasaporte español, y la retención se debió a la alerta roja de Interpol que pesa sobre él. Según testigos, Rolando “El Picuiro” López, quien fue director del Consejo de Seguridad Nacional durante la administración de Juan Carlos Varela, se presentó en el aeropuerto y, a pesar de no tener un cargo gubernamental conocido en ese momento, habría utilizado sus influencias para intimidar a los funcionarios y lograr el traslado de José Gaspard a un área de seguridad más cómoda. José Gaspard consiguió ser liberado, burlando así a Interpol. Las acciones de López dejaron en evidencia que formaba parte de la estructura de protección de la que gozaban los Gaspard en la administración de Laurentino Cortizo.
Tras la llegada al poder del actual presidente, José Raúl Mulino, no se ha ordenado una investigación sobre las acciones de los funcionarios públicos panameños involucrados, ni sobre Rolando López, ni sobre figuras del gobierno de Laurentino Cortizo. Tampoco se ha investigado a los magistrados panameños que, en el actual gobierno, emitieron una decisión para no dar curso a la solicitud de extradición contra José Gaspard. Para fuentes políticas familiarizadas con la situación, surgen interrogantes sobre cuánto dinero debió haber costado esto y cuánto deben haber pagado o estar pagando los hermanos para evitar ser extraditados.
Un ejemplo de la ética cuestionable de los hermanos Gaspard se remonta a su negocio en Venezuela, Home Depot J Gaspard C.A.. Esta imitación de la cadena estadounidense The Home Depot llevó a que la compañía original interpusiera una demanda, la cual ganó, evidenciando la falta de escrúpulos de los hermanos al usurpar una marca reconocida internacionalmente.
