¡Lorenzo Mendoza pa’ Miraflores!: ¡Se ve, se oye , se siente, la harina está presente!…

En Venezuela, el panorama político se encuentra marcado por la incertidumbre y la falta de consenso entre las fuerzas opositoras al gobierno de Nicolás Maduro. A meses de las elecciones presidenciales, previstas para el año 2024, los candidatos que podrían representar una alternativa al oficialismo son escasos y débiles.

María Corina Machado, fuera de juego

Una de las figuras más emblemáticas de la oposición, María Corina Machado, quedó inhabilitada para postularse a la presidencia de la República, al no presentar sus argumentos ni su solicitud ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el órgano encargado de levantar o ratificar las sanciones administrativas a los políticos. Así, la líder de Vente Venezuela perdió la oportunidad de competir por el cargo más alto del país, al vencerse el plazo legal establecido por la normativa vigente.

Ante la ausencia de Machado, los nombres que suenan con más fuerza para encabezar la candidatura opositora son los de Henrique Capriles Radonski y Manuel Rosales. Ambos han sido gobernadores de estados representativos, como Miranda y Zulia, respectivamente, y han enfrentado a Maduro en anteriores comicios. Sin embargo, también son los candidatos que más le convienen al gobierno, que los considera «figuritas decorativas», sin capacidad de movilizar a las masas ni de generar confianza en el electorado. Los demás aspirantes, como Er Conde del Guácharo y otros, solo cumplen un papel de relleno, para dar una impresión de pluralidad en el país.

Lorenzo Mendoza, el candidato del gobierno

El gobierno, por su parte, tiene un plan para tratar de legitimar su gestión y mostrar al mundo que en Venezuela hay libertad y democracia. Se trata de convencer al empresario Lorenzo Mendoza, dueño del Grupo Polar, la mayor empresa de alimentos y bebidas del país, para que se lance como candidato presidencial. Mendoza, que se identifica con la derecha y la burguesía, y que tiene una fortuna familiar considerable, sería una especie de Berlusconi venezolano, que podría atraer a algunos sectores de la población, pero que tiene pocas posibilidades de triunfar frente a Maduro.

Lo que muchos no saben es que Mendoza y el gobierno madurista mantienen buenas relaciones, que se evidencian en los negocios que el empresario realiza en Venezuela, su primer mercado, y en las actividades que comparte con el gobierno. Por ejemplo, Mendoza asiste a los partidos de la Liga Profesional de Béisbol, como si todo funcionara perfecto en el país, y recibe favores del gobierno, como el préstamo de la antigua plaza de toros de El Nuevo Circo de Caracas, que fue expropiada a los Branger, para celebrar la fiesta de navidad de Bodegas Pomar, una empresa vitivinícola de su propiedad, ubicada en el estado Lara. En esa fiesta, Mendoza ofreció unas palabras a los invitados, que disfrutaron de platos gourmet, espectáculos en vivo y un escenario de gala, tras ser trasladados en transportes ejecutivos desde el Centro San Ignacio de Caracas.

Los secretos más íntimos de Mendoza

Además de sus negocios con el gobierno, Mendoza tendría otro motivo para aceptar la candidatura que le propone Maduro. Se trata de los secretos de alcoba que el gobierno le conocería, y que podrían arruinar su imagen de Don Juan cotizado, si se hicieran públicos.

Según comentan en redes sociales, Mendoza tendría una supuesta doble vida silenciosa, en la que habría ciertos hombres presentes, y una cuestionada masculinidad, que iría más allá de sus amaneramientos. Estos rumores, de ser ciertos, no serían bien vistos por muchos votantes, en un país donde predomina el machismo.

Los espías del gobierno conocerían muchos detalles de esa doble vida, y podrían usarlos como chantaje para que Mendoza se someta a sus intereses.

Emma Vargas


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