Por Felicia Osorio
La Arquidiócesis de Caracas, en un mensaje difundido a través de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, ha dejado claro que no participa en colectas de fondos para la canonización del beato José Gregorio Hernández. En el comunicado, se hace énfasis en que cualquier iniciativa, de índole privada, es responsabilidad exclusiva de sus promotores y no cuenta con el respaldo eclesiástico. Además, se subraya que las iniciativas oficiales se conducen con transparencia, informando a la comunidad sobre el manejo de recursos financieros y garantizando que se destinan íntegramente a cubrir los gastos de la causa.
La sobria devoción del beato y las gestiones eclesiásticas
Según la institución religiosa caraqueña, la veneración hacia el beato ha sido siempre caracterizada por la sobriedad y el rechazo a cualquier exceso indebido. La Arquidiócesis, además, ha solicitado respeto por las normativas eclesiásticas y ha pedido que no se utilice el nombre de la Vicepostulación con propósitos comerciales.
La entidad eclesiástica ha sido la portavoz respecto al avance de las negociaciones para la canonización del venerado José Gregorio Hernández y había insinuado una posible aprobación en el Vaticano para diciembre del 2023. No obstante, ya avanzado enero del 2024, aún se espera un anuncio oficial por parte de la Santa Sede.
Sin embargo, testimonios indican que la Arquidiócesis de Caracas ha recibido financiamiento por parte del supuesto beneficiario del segundo milagro, con el propósito de poner en marcha y agilizar las gestiones ante el Vaticano para la canonización
👉Atención
Comunicado de la Vicepostulación de la causa de canonización del beato José Gregorio Hernández Cisneros
«La Arquidiócesis de Caracas y la Oficina de Vicepostulación de la Causa de canonización del Beato José Gregorio Hernández, informa a toda la comunidad cristiana… pic.twitter.com/csAC7nsrMh
— Arquidiócesis de Caracas (@ArquiCaracas) January 14, 2024
Un milagro en Miami y el papel de Gonzalo Morales Divo
El «Médico de los Pobres», como se conoce cariñosamente al beato venezolano, podría ser elevado a santo gracias a un milagro ocurrido en Miami, el cual, de ser confirmado por la Arquidiócesis de Miami, marcaría el primer milagro reconocido en esta ciudad del sur de Florida. Tras un mes de haberse especulado sobre el milagro en 2022, la Arquidiócesis de Miami concluyó su investigación y envió los hallazgos a Roma.
El obispo de la diócesis donde vivió el candidato a santo, en este caso el cardenal Baltazar Porras, en Caracas, es el único con autoridad para iniciar la causa de canonización. Sin embargo, al haber ocurrido el presunto milagro en Miami, el arzobispo Wenski se encargó de dicha investigación, que contó con la participación de 16 testigos entre expertos y médicos. El proceso, que duró poco más de dos semanas, finalizó con una ceremonia en el Centro Pastoral arquidiocesano el 17 de junio de 2022.
En medio de esta situación, surge la figura del empresario venezolano Gonzalo Morales Divo, quien experimentó una recuperación sorprendente tras sufrir un ACV y una falla multiorgánica que lo mantuvo en coma inducido por varias semanas. Su recuperación, que contradijo el pronóstico médico inicial, ha sido vinculada al presunto milagro necesario para la canonización.
Morales habría sufrido el ACV supuestamente a consecuencia del consumo de algún tipo de sustancia alucinógena, tras participar en algunas celebraciones.
Morales Divo, actualmente preso en una granja bajo control federal, ha sido noticia por su detención en Filadelfia, a finales de 2023, y por los cargos que enfrenta, incluidos corrupción y lavado de dinero. En 2020, admitió culpabilidad en un caso relacionado con violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero, en conexión con la empresa estatal Pdvsa. Su proceso permanece bajo sello judicial.
La conexión entre la financiación proveniente de Morales Divo y la aceleración de las gestiones para la canonización de Hernández pone bajo escrutinio el papel de la Arquidiócesis de Caracas en este proceso, generando controversia y cuestionamientos sobre la legitimidad y las motivaciones detrás de esta asociación.
Escándalo y escepticismo: la ruta hacia la santidad en entredicho
La controversia se agudiza al considerar que, a pesar de los esfuerzos y la aparente celeridad de las gestiones, el Vaticano aún no ha realizado un pronunciamiento afirmativo sobre la canonización de José Gregorio Hernández. Este silencio se mantiene a pesar de las expectativas generadas por la Arquidiócesis de Caracas, que había anticipado una posible aprobación vaticana a fines de 2023, lo que aumenta las dudas en torno a la influencia y el rol de ciertos actores en este proceso religioso.
El presunto milagro atribuido a José Gregorio Hernández, que consiste en la inesperada recuperación de Gonzalo Morales Divo, ha suscitado un vivo debate, no solo por el estado de salud del empresario, sino por su controvertido historial judicial. La notable mejoría de Morales Divo, que fue descrita como un evento milagroso y que podría constituir la base para la canonización del beato, contrasta con el trasfondo de su detención y los delitos por los que ha sido señalado.
La Arquidiócesis de Caracas, que ha tomado la iniciativa en el proceso de canonización, se encuentra ahora en el centro de la polémica, puesto que el financiamiento de Gonzalo Morales Divo, un empresario con antecedentes judiciales y en situación de encarcelamiento, pone en tela de juicio la transparencia y la ética de las gestiones llevadas a cabo ante el Vaticano.
Es evidente que el proceso de canonización del beato José Gregorio Hernández enfrenta un momento crítico, donde la fe y la devoción de millones se encuentran atravesadas por las sombras de la polémica y el escándalo. La comunidad católica y la opinión pública aguardan con expectación las decisiones y declaraciones futuras que emerjan tanto de la Arquidiócesis de Caracas como de la Santa Sede, con la esperanza de que la santidad, más allá de cualquier duda, prevalezca en la verdad y la justicia.