La operación de drones kamikazes que mataron a más de 100 personas entre el 9 y 11 de junio en barrios pobres de la capital de Haití fue dirigida por Erik Prince, el polémico fundador de la empresa militar Blackwater. Así lo confirman documentos consultados por este medio y reportes del New York Times, que exponen cómo Prince convirtió al país caribeño en laboratorio de un modelo de privatización de conflictos: estados frágiles subcontratan «soluciones técnicas» para ocultar su incapacidad política ante el crimen organizado.
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El Mercenario y la Masacre
– Tácticas de terror: 16 drones comerciales equipados con explosivos improvisados bombardearon Grand-Ravine y Village de Dieu, bastiones pandilleros. Las víctimas incluyen civiles no identificados, según la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH).
– Cifras que alarman: Prince acumula 200+ muertes desde marzo sin eliminar a ningún líder clave. Jimmy «Barbecue» Chérizier, jefe pandillero, burló los ataques y publicó un video desafiante.
– Patrón regional: Prince repite el guión en Ecuador, donde firmó un contrato secreto con el presidente Daniel Noboa para operaciones antinarco, pese a vínculos de la familia Noboa con el tráfico de cocaína.
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El Manual de la Privatización
1. Debilidad estatal: Haití (85% controlado por pandillas) y Ecuador (narco-violencia en Guayaquil) delegan su soberanía.
2. «Soluciones» externas: Mercenarios, drones y gestión de infraestructura crítica (Prince negocia controlar aduanas haitianas por 25 años).
3. Fracaso garantizado: 0 líderes abatidos, alta letalidad civil y escalada tecnológica (pandillas amenazan con adquirir drones).
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Historial Siniestro
– Venezuela (2024): Prince coordinó una operación fallida para secuestrar a Nicolás Maduro, financiada por opositores venezolanos.
– Impunidad global: Indultado por Trump tras la masacre de 17 civiles en Bagdad (2007), hoy repite violaciones de DDHH en Haití.
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🔍 Fuentes: NYT (contrato Prince), RNDDH (cifras muertes), Diario Libre (gestión aduanas).