
César Aguilar Suárez fue intervenido por un médico distinto al tratante, cuyo nombre nunca les fue informado a sus familiares. Minutos después, el médico de confianza declaró la cirugía como “exitosa”, pese a que el paciente había sufrido un colapso cerebral irreversible.
Redacción: La Tabla/Plataforma de Periodismo de Datos 30 OCT 2025
Una denuncia pública de Klara Emperatriz Aguilar Vásquez, hija de un paciente fallecido tras una cirugía robótica en el Hospital de Clínicas Caracas, ha puesto bajo escrutinio los protocolos de una de las instituciones médicas privadas más prestigiosas del país.
Aguilar, esposa del ministro de Cultura Ernesto Villegas, difundió una carta en redes sociales en la que detalla una serie de irregularidades que, asegura, marcaron el proceso quirúrgico y posterior atención de su padre.
Operado por un desconocido
Según el testimonio, el paciente fue intervenido por un médico distinto a su tratante, una persona cuyo nombre nunca fue informado a la familia. Pese a ello, fue el doctor de confianza quien, minutos después de la operación, comunicó a los familiares que la cirugía había sido «exitosa».
En realidad, el paciente había sufrido un colapso cerebral del que nunca se recuperó.
Manipularon registros
La denuncia también apunta a presuntos intentos de ocultar información clave. Aguilar sostiene que los registros de la máquina de anestesia fueron borrados y que el equipo reportado inicialmente al Ministerio Público no correspondía al que se utilizó en la intervención. Estas acciones, advierte, podrían constituir un intento deliberado de entorpecer la investigación.
El relato agrega que, mientras la familia esperaba en la habitación tras el optimista parte médico, enfermeras llegaron a retirar las pertenencias del paciente para trasladarlas a terapia intensiva, revelando la verdadera gravedad de su estado.
Aguilar asegura que su padre nunca despertó de la anestesia y que la primera evaluación neurológica presencial se realizó tres días después de la cirugía.
Exigen justicia
El Ministerio Público abrió una investigación sobre el caso. Sin embargo, Aguilar advirtió que la respuesta no puede limitarse a «ambigüedades y golpes de pecho». “Exijo verdad y aplicación de la justicia”, escribió, subrayando que su lucha es por la dignidad de su padre y de su familia.
El caso ha generado conmoción pública y ha reabierto el debate sobre la transparencia y los protocolos médicos en el sector privado venezolano.

