
Confirmó que ya decidió (sin decir qué) sobre Venezuela, y aseguró que «hemos hecho muchos progresos en cuanto a detener la entrada de drogas.»
Redacción: La Tabla/Plataforma de Periodismo de Datos 15 NOV 2025
Una breve declaración del presidente Donald Trump ha reorientado el debate sobre seguridad en la región. Al ser interrogado sobre Venezuela, Trump desvió Inmediatamente el foco: «Hemos hecho muchos progresos con Venezuela […] pero tenemos un problema con México. Tenemos un problema con Colombia».
Este giro discursivo no es casual. Mientras la pregunta se centraba en Venezuela, la respuesta redirigió la atención hacia una estrategia regional contra el narcotráfico, sugiriendo que el éxito percibido en el enfoque hacia Caracas podría replicarse.
La ambigüedad como herramienta
Al ser presionado sobre sus planes concretos, Trump recurrió a su frase característica: «Bueno, veremos qué pasa». Esta ambigüedad cumple tres objetivos estratégicos:
· Mantiene la presión sobre los gobiernos de la región
· Evita un debate doméstico sobre intervenciones extranjeras
· Preserva su libertad de acción futura
La misma fórmula fue empleada cuando se le preguntó por una eventual acción militar en Venezuela: «Ya veremos qué pasa con Venezuela».
¿Decisión tomada o cálculo político?
El núcleo del asunto sigue sin respuesta: ¿Realmente tiene Trump una decisión tomada para actuar en Venezuela? Su evasividad sugiere más bien una estrategia calculada de presión que un plan operativo definido. Al incluir a México y Colombia en la ecuación, Trump no solo amplía el teatro de operaciones potencial, sino que prepara el terreno para justificar acciones futuras bajo una narrativa de «problema regional».
La pregunta que queda flotando es si esta expansión retórica anunciará una expansión operativa de las políticas que Washington ha aplicado contra Venezuela.

