
Se trata de tres apartamentos de lujo y dos oficinas cuya adquisición podría haberse realizado mediante mecanismos ilícitos o con fondos provenientes de actos de corrupción.
Además, en los documentos de propiedad se evidencia un desplazamiento intempestivo de la abogada Norka Sierralta, esposa de Villarroel, como accionista de las empresas a las que pertenecen formalmente los inmuebles.

Redacción: La Tabla / Plataforma de Periodismo de Datos — 04 NOV 2025
Un grupo de ciudadanos afectados por actuaciones judiciales del abogado Mario Villarroel Lander solicitó a un órgano especializado en investigaciones de corrupción abrir una averiguación sobre un conjunto de compañías y bienes inmuebles ubicados en Caracas, que pertenecen al expresidente de la Cruz Roja Venezolana y a su esposa, la también abogada Norka Sierralta.
En los últimos años, las actas constitutivas de dichas compañías —titulares de los inmuebles de alto valor— han sido modificadas. Estos cambios han favorecido al doctor Mario Villarroel, quien figura ahora como único accionista. Villarroel ocupó la presidencia de la Cruz Roja Venezolana durante casi tres décadas.
La investigación, que se encuentra en curso desde hace varios meses, busca determinar el origen de los fondos utilizados para adquirir los inmuebles, y específicamente si provienen de actos de corrupción que hayan comprometido el patrimonio público o el de la Cruz Roja.
En total, se trata de cinco compañías, cada una propietaria de un inmueble. La cartera incluye tres apartamentos de lujo en urbanizaciones de alto perfil y dos oficinas ubicadas en zonas de alta demanda, según los documentos revisados por LaTabla.
Dos de los apartamentos están ubicados en un conjunto residencial de primera categoría y reciente construcción, en la urbanización Los Chorros, al norte de Caracas, cerca del Cerro Ávila. Su valor de mercado se estima en más de 1 millón 200 mil dólares.

El tercer apartamento se encuentra en la urbanización Lomas de La Alameda, en el municipio Baruta, al sureste de la ciudad, y su precio ronda los 600 mil dólares.

Respecto a las oficinas, una está ubicada en una torre moderna construida en la década de los 90, en plena Milla de Oro de Caracas, con un valor aproximado de 400 mil dólares.

La otra se encuentra en el edificio Centro Empresarial, erigido en 1972, en el casco histórico de la capital, y su precio apenas alcanzaría los 100 mil dólares.

En conjunto, se trata de un patrimonio inmobiliario significativo, cuyo valor, según las condiciones actuales del mercado caraqueño, podría alcanzar los 4 millones de dólares.
En cuanto a la transparencia de los capitales involucrados y los mecanismos de adquisición, no es posible emitir una conclusión definitiva con los datos disponibles.
Sin embargo, lo que sí queda evidenciado es el desplazamiento de Norka Sierralta como accionista de las compañías, lo que implica su salida como propietaria formal de los inmuebles.

