El aclamado podcast «Detrás del Crimen» ha estrenado el quinto episodio de su ciclo «Orígenes», titulado «La camorra venezolana», desvelando un giro estremecedor en la historia de Mélida Fernández -hija no reconocida de Alirio José Sigala Álvarez-, de su madre Sergia y de sus hermanas. Con una producción que emula una serie documental cinematográfica, el episodio expone cómo un fundamentalismo religioso extremo, vinculado a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fue uno de los motores para condenar a Sergia Fernández Leal y a su hija Mélida a una «muerte social», negándoles su identidad, su historia y su herencia.

El episodio, narrado con una intensidad cautivadora, comienza estableciendo la magnitud de la ofensiva contra Mélida: «Los Fernández Leal ordenan el expolio y la pena de muerte contra Mélida», una sentencia que, según se explica el documental, se ha intentado ejecutar durante 94 años para borrarla de la existencia.
Para desenterrar esta verdad, el equipo de «Detrás del Crimen» detalla una investigación sin precedentes en Venezuela, calificada como un «trabajo titánico». Este proyecto no se limitó a archivos y testimonios, sino que aplicó los últimos avances de la genealogía genética. El podcast revela que se realizaron análisis de ADN a partir de muestras propias, comparadas con otras obtenidas a través de «métodos poco ortodoxos» de familiares e incluso de «restos óseos». La investigación llegó a secuenciar el genoma del grupo familiar para analizar desde vulnerabilidades genéticas hasta rasgos personales, en un esfuerzo por comprender las raíces familiares.

La narrativa da un vuelco inesperado y audaz al presentar una parodia animada que relata de forma satírica la historia de Joseph Smith y el origen de la fe mormona. Este recurso sirve como preámbulo para la revelación central del episodio: la familia Fernández Leal castigó a Sergia basándose en una «aberrante interpretación de la Biblia», propia de los mormones.

Según el podcast, Sergia fue calificada como «adúltera reincidente» y, tras el nacimiento de Mélida —considerada «bastarda» y fruto del pecado—, se le condenó a la desaparición total. «Sus padres ordenaron al resto de los hermanos que la olvidaran por completo», sostiene la investigación. Las pruebas de esta conexión religiosa surgieron al no encontrar registros funerarios católicos de los miembros de la familia y, de manera concluyente, al hallar sus datos genealógicos en el mayor servicio mundial del rubro, propiedad exclusiva de la Iglesia mormona, quienes, según explica el episodio, son «obsesivos con el tema genealógico», para realizar bautismos póstumos.
El documental refuerza su tesis citando pasajes bíblicos y del Libro de Mormón que condenan severamente el adulterio y a los hijos nacidos fuera del matrimonio, versos que habrían servido de justificación para el clan familiar.

Finalmente, el episodio subraya la tragedia humana de Sergia, quien murió a los 50 años de un cáncer tratable por falta de recursos, mientras algunos miembros de su familia «se daban la gran vida». El documental concluye recordando que ninguna práctica religiosa está por encima de la ley venezolana, calificando la exclusión de Sergia y sus hijas de los bienes que les correspondían como un acto «completa y totalmente ilícito», cerrando así un capítulo que transforma un drama familiar en un caso de fanatismo con consecuencias devastadoras.



