Redacción: LaTabla/Plataforma de Periodismo de Datos 3 SEP 2025
Mientras el presidente Donald Trump enfrentaba cuestionamientos internacionales tras anunciar el 2 de septiembre un operativo antidrogas con 11 muertes y sin datos verificables, los Guardacostas de EE.UU. habían demostrado una semana antes -el 25 de agosto- cómo ejecutar interdicciones exitosas: incautando 34.5 toneladas de drogas valuadas en $473 millones frente a costas venezolanas (además de otras del mar Caribe), con coordinación internacional y cero bajas humanas.
La contradicción expone dos modelos antagónicos: uno técnico y cooperativo, y otro marcado por la opacidad y la fuerza letal.
El operativo del Guardacostas -documentado en un reporte oficial de 19 interdicciones entre junio y agosto- detalla interceptaciones precisas a 15 millas de Aragua y 52 millas de Carabobo (Venezuela), con apoyo de Colombia, República Dominicana y Países Bajos. Incluyó uso de fuerzas no letales, evidencias fotográficas y valoración exacta de cada alijo. Trump, en cambio, ofreció un video no verificado, sin cifras de drogas incautadas ni explicación sobre los protocolos de fuerza utilizados.
Esta divergencia operativa tuvo consecuencias inmediatas: mientras el Guardacostas recibió elogios de gobiernos aliados, la acción de Trump provocó la movilización de 4.5 millones de milicianos en Venezuela y acusaciones de «montaje con inteligencia artificial». Analistas señalan que el contraste no es solo operativo, sino de credibilidad: un modelo prioriza evidencia y cooperación; el otro, narrativas geopolíticas sin sustento técnico.