Noticias Candela - Informe 25 por Jorge Castro
Secuestro paramilitar a campesinos de Pedraza (Barinas) Testigo describe a atacantes como civiles con armas largas y acento llanero. – La Tabla Blog

Secuestro paramilitar a campesinos de Pedraza (Barinas) Testigo describe a atacantes como civiles con armas largas y acento llanero. – La Tabla Blog

La madrugada del sábado 14 de junio, un campamento campesino en la localidad de Pedraza, estado Barinas, fue escenario de un asalto por un grupo de hombres armados. Un testigo que logró escapar de la incursión relató los hechos, describiendo a los atacantes como individuos vestidos de civil, portando armas largas y con un distintivo acento llanero.

Su testimonio ofrece detalles sobre la irrupción, el sometimiento de los presentes y la violencia ejercida, sin que los asaltantes se identificaran en ningún momento como miembros de fuerzas de seguridad del Estado.

Pregunta: Para empezar de una vez con la información que usted tiene, ¿cómo llegó y cómo se presentaron los sujetos que lo fueron a aprehender a ustedes? ¿Qué dijeron cuando llegaron? ¿Gritaron?

Respuesta: “Le cuento desde el principio. Yo estaba acostado en mi hamaca, en un mosquitero, estaba terminando de ver una película y escuché que algo venía por dentro del monte. Como ese día habíamos guarañado (cortado la hierba) se escuchaba como chubasqueando (lloviendo con chubascos) así entre el agua, algo así…y me quedé escuchando. Fue cuando a cuatro metros de donde yo estaba en la hamaca escuché un tiro que largaron. Cuando escuché el tiro, salí corriendo. De una vez salí de la hamaca asustado y corriendo cuando escuché que llegan y dice “el que se mueva en esta mierda los matamos y el que voltea a mirarnos los matamos.” Y cuando yo iba corriendo para llegar a otro rancho que estaba ahí, veo que tenían a los otros compañeros. Nunca se identificaron. Yo iba a cruzar por un lado del rancho, cuando siento que me tenían un fusil pegado en la nuca, y de una vez me dicen “¡tírate al suelo, tírate al suelo, tírate al suelo!, y yo me tiré, en el acto me tiré en el suelo. Y me decía “si volteas para arriba te mato, si volteas para arriba te mato”…”
El testigo relata cómo, en medio de la confusión y el miedo, logró escapar de la situación. “Y pues cuando el muchacho que me tiró en el suelo, que yo estaba ahí, me dio el chance que se devolvió para atrás, y seguía tumbando más personas en el suelo, pues salí corriendo. En ese momento estaba una montaña (vegetación espesa) ahí al frente mío y una cerca, y pues yo les choqué a la montaña, De una vez me lancé por debajo de la cerca, y como para ese momento por ahí pasaba una cañada, no llegaba muy alta, menos de la rodilla, pues me lancé y quedé ahí en la orilla del alambre, y el que me apuntaba llegaba y le decía al otro “para allá como que se fue uno, para allá como que se fue uno”, y el que estaba dentro del rancho, que estaba con los otros tirados, alumbraba dentro del rancho. Como el rancho pegaba con el alambre, alumbraba dentro del rancho pero alumbraba hacia arriba, que si alumbraba los pies me ven porque yo los tenía como menos de un metro de los pies, como a medio metro. Pero el monte estaba espeso y como había unas palmas que estaban caídas, pues me tapé por debajo de las palmas y me quedé ahí. Y cuando me dieron la espalda, que le dijeron a los compañeros que tenían arrodillados que caminaran hacia el otro rancho así arrodillados y que si voltean para arriba los matamos, pues yo esperé que la gente caminara hacia el otro rancho y empecé a ramplear (deslizarse pegado al suelo), cuando ya iban para atrás, empecé a ramplear retrocediéndome,  hasta que caí en la cañadita que pasaba ahí y salí como a los 200 metros.”
El escape fue desesperado y agotador. “Salí dentro de la cañada ya que no se escuchaban por donde yo iba a salir y empecé a correr para afuera, para la sabana, pasé un alambre y corrí, corrí, corrí, corrí, corrí hasta que agarré el terraplén. Cuando agarré el terraplén enseguida corrí hacia la casa de un muchacho que conozco y que tiene internet. Llegué allá luego de una hora de camino, descalzo y en shores, llegué allá estrasijado, desrajuñado por todos lados.”

Pregunta: Mira, vamos a ir un momento al lugar de la hamaca. ¿Qué otra cosa dijeron ellos? ¿Se presentaron? ¿Somos tal cosa? ¿Somos guardias? ¿Somos policías? ¿Somos paramilitares?

Respuesta: “En ese momento no dijeron nada, ellos no iban a decir nada, ellos llegaron fue alumbrándonos y encañonándonos a todo mundo y cuando yo estaba en el suelo pues fue que yo me di cuenta que como es que cargaban, que andaban vestidos de civiles y armas largas, cuando me pusieron la pistola en la nuca que era una arma la miré. Cuando yo mlargae tiré al suelo fue que me dio de sentir al muchacho que cargaba ropa de civil y pues no me dio el chance más de seguir detallando a nadie porque me enterraron de cabeza, no voltea para arriba.”

Pregunta: Y el arma con el que te apuntaron, ¿qué arma era? ¿Lograste ver qué tipo de arma era? ¿Qué modelo? ¿O alguna característica específica?

Respuesta: “Pues eso era un fusil, un arma larga, era lo que me apuntaron. Y pues al otro muchacho que tenían enfrente mío también lo tenían apuntado con un arma larga. Y cuando yo me tiré en el suelo, me metí así por debajo y vi al otro muchacho que tenían ahí arrodillado, el que tenía la niña de tres años, él llegaba y decía, “no, pero la niña”, y lo mandaban a callar: “cállate la boca, cállate, que si volteas para arriba te matamos.” Y como él dormía con una peinilla (machete recto) a un lado, le preguntaban, “¿y qué haces tú con esta peinilla aquí? ¿Qué haces tú con esta peinilla ahí? “Y él lo único que decía era “no, pero la niña, la niña”, “cállate, que te calles”. Y agarraron la peinilla y se la sacudieron dos veces, que escuché claritico cuando sonó la peinilla que le dieron.”

Pregunta: En el caso del arma con que te apuntaron a ti, ¿estás seguro de que era un fusil?

Respuesta: “Sí, eso era un fusil porque los guardias cargan un fusil largo y uno conoce que es un fusil.”

Pregunta: Pero tú crees que no eran guardias como tal, ¿eran civiles?

Respuesta: “Yo vi que estaba sin uniforme y no van a llegar sin uniforme para allá ¿y cómo va a distinguir la gente a un guardia de otra persona? Cuando miré que no eran guardias yo me asusté, yo dije “todo esto es otro grupo de otra cosa que si me agarran nos van a matar toditos”.”

Pregunta: Además de que no portaban uniforme de guardia, ¿qué otra característica de civil tenían ellos?

Respuesta: “No pude ver mucho más porque nos alumbraban con las linternas hacia las caras y nos tiraron al suelo.”
Pregunta: Disculpa, las pisadas que estaban cerca de ti las puedes analizar, puedes saber distinguir entre botas y calzado.

Respuesta: “No, no te podría decir. Cuando yo lo tenía ahí me metí para el monte y yo solamente lo que hacía era escucharlo y rezar en Dios, yo decía él llamaba a Dios en ese momento que si me llegaban a ver me iban a matar y en ese momento yo no distinguía mucho a la persona. Nada más miré al muchacho que me apuntó que me dijo que si miraba para arriba me mataba. Y pues cuando iba en el suelo, cuando iba tirándome al suelo fue que me di de cuenta que cargaba una camisa negra, que fue lo único que le miré, y un sombrero que cargaba puesto, y cuando caí en el suelo no volteé ni por error para arriba, no iba a voltear a ver para arriba.”

Pregunta: ¿Pudiste escuchar a algunas de las mujeres del campamento, qué sucedía con ellas?

Respuesta: “Nada más una que gritó, más nada, fue un solo grito que se escuchó y de ahí me tiraron en el suelo y yo, cuando el tipo se devolvió para atrás, pues llegó y me dio el chance de agarrar y cruzar el monte para allá y ahí me quedé a esperar que se fueran del lado mío.”

Pregunta: Ah, tú dices que era un muchacho el que te entrampó a ti. ¿Por qué te pareció que era un muchacho? ¿Era joven? ¿Cuál podría ser la edad en promedio del grupo? ¿Todos eran jóvenes?

Respuesta: “Algo así, pues cuando yo lo miré que casi estaba de mi porte, pues y en la voz, no sé, uno reconoce a una persona ya mayor y pues era un muchacho. Y pues a mí la persona que me llegó cuando me apuntó, esa persona cuando me apuntó, que me dijo, tírate al suelo y no voltees para arriba porque te mato. Pero cuando me apuntó y me dijo eso, pues la voz me pareció a una persona que fueron en caballo para allá, que fue el muchacho que habló y me pareció mucho esa voz, pues fue el único que la voz la reconocí, me pareció mucho esa voz de ese muchacho.”

Pregunta: ¿Cuál era su acento? ¿De andino, de llanero, barinés? ¿De qué parte más o menos pudiera ser?

Respuesta: “Llanero, el acento que tenía era de un llanero, un acento más de llanero apureño. Y pues yo el muchacho, con nada más el acento, cuando yo lo escuché que me dijo ”tírate al suelo porque si no te mato” yo me dije “este fue el muchacho que estuvo durante el día en un caballo”. En mi mente empecé a implorar a Dios que me salvara, que me resguardara y me diera chance de salir. Porque en ese momento yo decía “si nos agarran a todos ¿quién va a avisar a Carlos que X cosa pasó? “Pues nos agarran a todos y nos matan.”

Pregunta: Además de la gente con los caballos, ¿alguien más estuvo vigilando o pendiente de ustedes en los días anteriores?

Respuesta: “No, las únicas personas que estuvieron fueron los de los caballos que fueron como dos veces.”

Pregunta: ¿Cuántos hombres estaban en los caballos?

Respuesta: “Fueron cuatro en caballo que andaban. Había tres caballos y en un caballo había dos personas.”

Pregunta: En el caso de ustedes, como campesinos, como campamento ¿tenían alguna vigilancia nocturna?

Respuesta: “Esa noche estaba lloviendo y no nos imaginamos que iban a llegar ya a esa hora. Desde las 6 de la tarde para adelante se quedaba uno de guardia hasta medianoche y de medianoche se quedaba otro hasta levantarnos en la mañana. Pero como esa noche estuvo lloviendo no se hizo la guardia.”

El testigo concluye su relato con la incertidumbre y el miedo que lo persiguen, incluso después de haber escapado. “Por cierto, yo trabajo de lechero pues y fui a llevar hoy la producción, pues llegué allá a llevar la leche y el administrador me dijo “para acá te vinieron buscando dos guardias, cargan tu foto y te están buscando, si te hallan te van a llevar preso. ¿Qué hiciste?” Le contesté “pues yo no he hecho nada malo”. Me dijo: “te están buscando y van a trancar una entrada de donde ustedes viven, por ahí van a poner un punto de control de los guardias y más arriba en el asfalto van a montar otro”. Y me lo dijo en serio. Pero mira, yo… Y fue una cosa que me asustaría más también.”
La situación descrita por el testigo subraya la vulnerabilidad de las comunidades campesinas ante la presencia de grupos armados no identificados, y la necesidad de una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y garantizar la seguridad de los habitantes de Pedraza.


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